Vuelve a dormir como un niño: olvídate del insomnio

17/03/2017

Hay pocos momentos tan agradables como abrir los ojos después de una noche de sueño y sentirte descansado, con sensación de haber dormido profundamente y con la mente lista para afrontar todas tus tareas diarias, ¿a que sí?

Se dice que el sueño profundo es uno de los tres pilares de la buena salud, junto con una dieta equilibrada y hacer ejercicio de forma regular. Existen aproximadamente 100 tipos de trastornos que impiden que el sueño sea tan reparador como necesitamos: el insomnio, la apnea del sueño, el síndrome de las piernas inquietas, la narcolepsia, etc.

De todos ellos, el insomnio es la principal consulta médica relacionada con el sueño. Afecta a casi 4 millones de españoles que lo sufren de forma crónica, y un 25%-35% de la población lo padece puntualmente. Según la Sociedad Española del Sueño (SES), el insomnio se define como una dificultad persistente en el inicio del sueño, su duración, consolidación o calidad que ocurre a pesar de la existencia de adecuadas circunstancias y oportunidad para el mismo y que en algunas ocasiones se acompaña de cierto malestar o deterioro de las áreas social, laboral, educativa, académica, conductual o en otras áreas importantes del funcionamiento humano.

 

Causas del insomnio

Hay multitud de causas que influyen en la aparición de insomnio. Las más comunes son:

  1. Fisiológicas: con la edad van disminuyendo las horas de sueño, así como su calidad. Desde las 16 horas del recién nacido hasta las 7 u 8 horas del adulto, cada vez dormimos menos y nos cuesta más conciliar y mantener el sueño. Además, las mujeres son más propensas a desarrollar trastornos del sueño.
  2. Psicológicas: el estrés, el ritmo de vida acelerado, los problemas no resueltos… Todos ellos repercuten negativamente y de forma directa en la calidad del sueño.
  3. Circunstanciales: el cuidado de hijos pequeños o de personas mayores, exámenes, trabajos nocturnos o ruido ambiental. Cuando estos factores se prolongan en el tiempo pueden producir dificultades para dormir.
  4. Enfermedades como el párkinson, las demencias, o problemas cardiorrespiratorios o neuromusculares pueden provocar trastornos del sueño.
  5. Fármacos: algunos medicamentos y sustancias influyen sobre la capacidad de dormir; por ejemplo, los antihipertensivos, antidepresivos o broncodilatadores, entre otros.

 

¿Cómo tratar el insomnio?

Lo principal es determinar y corregir el origen del insomnio. En algunas ocasiones, como en el caso del insomnio ligado a factores psicológicos o a enfermedades, es prácticamente imposible resolver la causa de manera inmediata, por lo que la solución debe pasar por seguir unas pautas que en conjunto se denominan higiene del sueño. Es importante destacar que sus resultados son a medio o largo plazo, no inmediatos, por lo que es fundamental incorporarlas a nuestro día a día hasta convertirlas en pautas rutinarias.

Los consejos más habituales para mantener una buena higiene del sueño son:

  • Respeta las horas de despertarte y de acostarte.
  • Las cenas deben ser ligeras, sin picantes ni grasas, que son de difícil digestión. Cena por lo menos 2 y 3 horas antes de acostarte.
  • Procura mantener un ambiente oscuro y sin ruidos.
  • Parece lógico, pero a veces nos olvidamos de lo esencial: la cama debe ser confortable y adecuada a nuestro peso y altura.
  • La habitación debe estar bien ventilada, con una temperatura entre 18 °C y 20 °C.
  • Usa la cama para dormir o para el sexo, no para ver la televisión, leer o trabajar.

 

Para dormir bien cada noche, también hay algunos aspectos que debemos evitar:

  • No se recomienda usar dispositivos móviles antes de acostarse o en la cama, ya que su luz y la excitación que generan afectan negativamente a la producción de melatonina, sustancia relacionada con los ritmos correctos del sueño.
  • No tomes estimulantes, como el café, el té o el chocolate. Si los consumes, que no sea después de media tarde.
  • El ejercicio durante el día ayuda a dormir bien, pero no lo practiques antes de acostarte. Si no dispones de otro horario, procura que la intensidad sea muy baja.
  • La siesta es un hábito muy saludable, pero debe durar no más de 40 minutos y antes de las 17 horas.
  • Evita el alcohol y el tabaco.

 

Si tu insomnio es ocasional (de corta duración y asociado al estrés o a la ansiedad), puedes consultar con tu médico o farmacéutico para que te recomiende qué puedes tomar. En Kern Pharma disponemos de diferentes productos que pueden ayudarte. Dormikern es un medicamento formulado con doxilamina, un antihistamínico indicado para el tratamiento sintomático del insomnio ocasional en mayores de 18 años. En nuestro vademécum también contamos con Somnolin, un complemento alimenticio a base de melatonina, hormona que contribuye a disminuir el tiempo necesario para conciliar el sueño y que ayuda a aliviar la sensación subjetiva de desfase horario (jet lag).  

Si tienes insomnio ocasional y en 7 días no mejora o si empeora, debes acudir a tu médico para que lo valore y te ayude a volver a dormir feliz como un bebé.

¡Felices sueños!

 

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