Cuando calienta el sol
20/08/2020Así como con en verano llega la playa, el mar, la piscina, la montaña, el descanso y las bebidas, se presentan también las infaltables quemaduras solares. Por más que los medios de comunicación, las campañas de concienciación y los médicos nos adviertan una y otra vez de los peligros que significan exponerse al sol sin la protección necesaria, lo cierto es que son muchos los que no les prestan atención (aunque cada vez más gente está tomando conciencia) y sufren sus consecuencias.
¿Qué es una quemadura solar?
La quemadura solar surge tras unas horas posteriores al exceso de exposición a la luz ultravioleta (UV) proveniente del sol o de fuentes artificiales (como las lámparas solares). Se caracteriza principalmente porque a la persona afectada se le enrojece la piel y siente dolor, al simple tacto.
El sol emite radiaciones electromagnéticas ultravioletas (UV), pero solo las denominadas UVA y UVB llegan a nosotros. La radiación ultravioleta A (UVA) es el tipo que suele estar más relacionada con el envejecimiento de la piel (fotoenvejecimiento), mientras que la radiación ultravioleta B (UVB) está relacionada con las quemaduras solares.
Tanto la intensidad como la cantidad de radiaciones varían según las estaciones del año y los cambios atmosféricos. También nuestra exposición a la luz solar depende de varios factores como la vestimenta, las costumbres, el trabajo y los factores geográficos, como la altitud y la latitud. En verano, solemos exponernos más al sol y es por ello que se incrementa el riesgo de las quemaduras solares, pero ten en cuenta que el sol puede quemarte la piel incluso si hace frío, está nublado o hay neblina. Es más, la nieve, la arena, el agua, entre otras superficies, pueden reflejar los rayos ultravioletas y quemar la piel de manera tan intensa como la luz solar directa.
Las tasas de la quemadura solar en los adolescentes superan el 80% y más del 30% suelen tener tres o más quemaduras solares durante el verano.
Los primeros síntomas de una quemadura solar aparecen hasta 24 horas después de la exposición, y en casos graves pueden durar hasta tres días. Entre los principales signos se encuentran:
- Piel rosada o enrojecida
- Piel caliente al tacto
- Dolor, sensibilidad y picor
- Hinchazón
- Ampollas pequeñas llenas de líquido
- Dolor de cabeza, fiebre, náuseas y cansancio
Cualquier parte del cuerpo que esté expuesta a los rayos UVA y UVB (orejas, cabeza y labios, entre los más sensibles) puede quemarse.
El bronceado es una primera señal. El organismo genera una sustancia llamada melanina que bloquea los rayos ultravioleta y previene las quemaduras solares, pero tiene un límite.
Si tienes una quemadura, el cuerpo comenzará a sanar a través de la “descamación” de la capa superior de la piel dañada (coloquialmente se suele decir que uno se está pelando). Luego, la piel puede tener un color y algunas irregularidades en la zona quemada que durará un tiempo.
¿Qué hacer ante una quemadura solar?
Si sufriste una quemadura solar, seguramente en dos o tres días estarás bien que es cuando la piel sana. Pero no existe un tratamiento para esta afección, lo que puedes hacer es reducir el dolor y el malestar con estos cuidados:
- Toma ducha de agua templada sin frotar la piel.
- Puedes colocar compresas frías sobre la quemadura, pero no apliques hielo.
- Seca la piel suavemente. No uses sales de baño ni perfumes.
- Aplica un gel con aloe vera, ya que tiene un efecto calmante.
- Evita la exposición al sol hasta que la quemadura esté totalmente curada.
- Para el dolor, toma analgésicos.
- Mantente hidratado.
- No uses remedios populares como pasta de dientes o mantequilla para la zona quemada.
Si llegaras a padecer fiebre alta, mayor a 38 grados, dolores fuertes de cabeza, escalofríos y confusión (puede ser un golpe de calor), supuración de la piel, ampollas muy extensas o no mejora la situación después de tres días, debes acudir a un servicio de urgencia o llamar a un médico.
Prevención
Es importante saber que la radiación UV por una exposición inadecuada al sol es la principal causa de cáncer de piel. Las medidas para evitar este tipo de quemaduras son simples, pero hay que cumplirlas:
- Evita exponerte al sol en los horarios de mayor radiación UV (entre las 12 y 16 horas). De hacerlo, que sea por menos de 30 minutos.
- Utiliza crema con Filtro de Protección Solar, que bloquea los rayos UV. Contrariamente a lo que se piensa, la crema solar ejerce un efecto protector en el momento de la aplicación por lo que no es necesario esperar 30 minutos para exponerse al sol.
- Existen diversos tipos de protectores solares, clasificados según la sustancia que contengan. Hay protectores solares resistentes al agua, especiales para quienes entran y salen con frecuencia del mar o la piscina; protector para niños o bebés, elaborados según el tipo de piel.
- Si vas a estar al aire libre, usa camiseta, sombrero y gafas de sol.
- A partir de los 10 años también se tiende a reducir algunas medidas de protección como el uso de gorra, ropa y sombrilla, el 72% utiliza el mismo FPS que el resto de la familia, y se aplican la crema protectora cada 4 o 5 horas, o con menor frecuencia. Debes usar protector solar para niños, acorde a su edad.