Salud ocular en verano
04/07/2019Los ojos se deben cuidar durante todo el año, pero es durante las estaciones de verano e invierno cuando más peligros amenazan nuestra salud ocular. En invierno, el mayor peligro es la nieve, ya que el sol se refleja mucho en ella. Y en verano lo es el cloro de las piscinas, el agua del mar, los rayos del sol… No saber cómo cuidar los ojos en verano puede aumentar el riego de irritación ocular.
Los rayos de sol
En verano se pasa más tiempo fuera de casa y estamos más expuestos a la luz solar. Si las radiaciones son absorbidas por los tejidos del ojo, éstas pueden modificar o alterar los tejidos y ocasionar problemas. Algunos problemas, como la irritación, el lagrimeo y otras molestias, son a corto plazo, pero hay otros que no vienen de golpe; los ojos, al igual que la piel, tienen memoria, y los problemas pueden aparecer con el tiempo. Es en estos casos cuando la precaución debe extremarse pues, al no ver las consecuencias a corto plazo, se nos olvida el peligro al que nos exponemos. Además, si en verano ya de por sí estamos más expuestos a los rayos del sol, aumentará si estamos en la playa o en la piscina, ya que el agua refleja la luz solar un 20% y la arena un 1.5%.
Lo mejor para cuidar los ojos es evitar las horas de máxima exposición solar, no mirar al sol directamente y utilizar gafas de sol. En cuanto a las gafas de sol, no todas son válidas ni protegen por igual. Para asegurarnos de que nuestras gafas de sol son seguras, lo ideal es comprarlas en una óptica donde un especialista podrá aconsejarnos de cuál es la mejor opción para nosotros.
El cloro de las piscinas y la sal del mar
El cloro de las piscinas y la sal del mar pueden ser perjudiciales para el ojo, causando irritaciones, malestar y lagrimeo. Por un lado, la sal del mar es irritante para el ojo y es normal que los ojos se nos queden rojos y sintamos molestias después de un baño. Por otro lado, el cloro es un agente desinfectante imprescindible para el buen mantenimiento de las piscinas, pero también puede irritar el ojo. Además, las piscinas contienen productos provenientes de las personas que las utilizan, como desodorantes, sudor o lociones, que también pueden afectar a nuestro ojo. Si se sienten molestias o se tienen los ojos rojos después de un baño, lo mejor es lavarlos con suero fisiológico y aplicar algún producto específico para la sequedad ocular.
Viskern de Kern Pharma es un colirio que se presenta en solución en envase unidosis y contiene un lubricante para el alivio sintomático de la irritación y la sequedad ocular. Aplicar una o dos gotas en el ojo/los ojos afectados según sea necesario. En el caso de que los ojos sigan irritados o hinchados al cabo de varias horas, se debería acudir a la consulta de un profesional, ya que se puede tratar de una infección.
La protección óptima para ir a la playa o a la piscina es utilizar gafas de natación, sobre todo si se va a meter la cabeza debajo del agua. Si no se tiene intención de bucear, lo que sí que se tiene que hacer es cerrar los ojos cada vez que se meta la cabeza debajo del agua.
Lentillas en verano
Las lentillas son muy cómodas para las actividades de verano, pero no siempre son la mejor opción. Meterse al agua con lentillas aumenta el riesgo de sufrir alguna alteración ocular, así que es algo que no está nada recomendado. Para ir a la playa o a la piscina es mejor hacerlo sin lentillas. En los casos que se tenga mucha graduación y no se pueda prescindir de ellas, se recomienda utilizar lentillas de un solo uso. Si aun así se siguen usando las lentillas de mes o trimestrales, se tienen que lavar muy bien cada vez.