Mitos y realidades sobre el TDAH
25/04/2025
A pesar de ser uno de los trastornos del neurodesarrollo más conocidos, el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) sigue rodeado de ideas equivocadas que pueden dificultar su comprensión, diagnóstico y tratamiento.
¿Se nace con TDAH o se adquiere?, ¿se supera con el tiempo?, ¿tiene cura?
En este artículo resolvemos algunas de las preguntas más comunes y desmontamos los mitos más extendidos sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
"¿Se nace con TDAH o se adquiere?"
El TDAH es una alteración del neurodesarrollo, de origen multifactorial y predominantemente genético, con una heredabilidad estimada superior al 70%. Se caracteriza por dificultades persistentes en el control de la atención, la actividad motora y los impulsos, que afectan el funcionamiento diario de quien lo padece.
Una de las creencias más extendidas es que el TDAH aparece por factores como el estilo de vida, el uso excesivo de pantallas o una crianza poco estructurada. Sin embargo, la evidencia científica muestra que se trata de un trastorno con una base neurobiológica sólida.
Aunque se desconoce su causa específica, puede deberse a varios factores: una combinación de alteraciones estructurales y/o factores genéticos, que, modificados por componentes sociales, ambientales y educativos, dan lugar a manifestaciones clínicas de evolución e intensidad variables. Lo que significa que, en la mayoría de los casos, se nace con TDAH, aunque sus manifestaciones pueden variar a lo largo del desarrollo.
Una educación basada en límites claros, apoyo emocional y estructura puede ayudar a reducir el impacto de los síntomas y mejorar la calidad de vida de la persona con TDAH. Pero es importante aclarar que la crianza no causa el TDAH, y culpar a las familias solo contribuye a la desinformación y el estigma.
“Es solo un niño movido”
Todos los niños pueden ser inquietos, impulsivos o distraídos. Sin embargo, cuando estos comportamientos son persistentes y afectan el aprendizaje, la convivencia o la autoestima, es importante evaluar si hay un trastorno detrás.
El TDAH no es una etapa ni una simple característica del temperamento. Es una condición que requiere comprensión y abordaje específico.
“Si puede estar horas con los videojuegos, no tiene TDAH”
Este es uno de los errores más comunes. Las personas con TDAH sí pueden concentrarse, pero sobre todo en tareas que les resultan altamente estimulantes. Los videojuegos, por ejemplo, ofrecen recompensas inmediatas, interacción constante y estímulos visuales y sonoros que ayudan a mantener el foco.
Lo que resulta más difícil es mantener la atención en tareas monótonas, largas o poco motivantes, como estudiar o seguir instrucciones detalladas.
“Es cuestión de esfuerzo o motivación”
El TDAH no es falta de voluntad. Las personas que lo padecen suelen hacer un gran esfuerzo para organizarse o concentrarse, pero enfrentan verdaderas dificultades neurológicas para lograrlo. Lo que desde fuera parece desinterés, muchas veces es frustración o agotamiento mental.
“Solo afecta a los niños”
Aunque el diagnóstico suele realizarse en la infancia, el TDAH puede continuar en la adolescencia y la adultez. Estudios han demostrado que algunos aspectos del TDAH pueden persistir en la vida adulta en hasta el 85 % de los casos diagnosticados en la infancia.
En adultos, el TDAH puede manifestarse como desorganización, impulsividad, dificultad para cumplir plazos y horarios, problemas de concentración, así como cambios frecuentes en las metas o actividades, lo que impacta tanto en la vida profesional como personal.
“El tratamiento cura el TDAH”
No existe un tratamiento único para el TDAH y tampoco desaparece totalmente. Es una afección crónica que cambia con el tiempo. Sin embargo, tanto los tratamientos médicos como las estrategias educativas, el apoyo psicológico y los cambios en el entorno pueden ayudar a disminuir los síntomas y a aprender a convivir con ellos. Algunos síntomas pueden llegar a disminuir o desaparecer a lo largo de la vida.
“Si no tiene diagnóstico, no necesita ayuda”
Hay personas que presentan síntomas parecidos al TDAH sin cumplir todos los criterios diagnósticos. Eso no significa que no requieran apoyo. Existen herramientas que pueden mejorar la atención, el manejo emocional o las habilidades sociales, incluso sin diagnóstico formal.
El TDAH no es una moda, ni una excusa, ni un invento moderno. Es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la vida académica, social y emocional de quienes lo padecen. Informarse, detectar los signos a tiempo y acceder a un abordaje adecuado puede marcar una gran diferencia en el bienestar a largo plazo.