Enfermedades y trastornos del sistema nervioso central

12/09/2023

El sistema nervioso central o SNC está formado por el encéfalo y la médula espinal. El primero es el responsable de nuestros pensamientos, emociones, aprendizajes y movimientos, mientras que el segundo es el encargado de transmitir las órdenes mentales a los nervios de todo el cuerpo. 

La función del SNC es coordinar y controlar las funciones del organismo. Esto incluye desde la capacidad de recordar hasta la de hablar, además de otros aspectos vitales como el bombeo del corazón, el control del ritmo respiratorio o el proceso de digestión.  

Así pues, los trastornos del sistema nervioso central abarcan una gran cantidad de procesos, pudiendo derivar en trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer o la enfermedad de Parkinson, en enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple o en trastornos de salud mental y del estado de ánimo. En este artículo hablaremos de las enfermedades más comunes y de cuáles son sus síntomas, causas y posibles formas de tratamiento. 

 

El Alzheimer 

Según un informe de la Sociedad Española de Neurología, más de 800.000 personas padecen Alzheimer en España, afectando a entre el 5% y el 10% de la población mayor de 65 años. Se trata del problema de demencia más frecuente y cuyos síntomas aumentan exponencialmente con la edad.  

Este trastorno suele empezar con la dificultad para aprender cosas nuevas y recordar datos recientes. A medida que la enfermedad avanza, se producen otros síntomas asociados a alteraciones en el lenguaje, como pausas al hablar y el uso de palabras genéricas como "cosa" o "eso", fruto de la dificultad para concentrarse y del deterioro en la capacidad para tomar decisiones. También puede causar la pérdida de orientación y cambios en el comportamiento, en respuesta a sentimientos de tristeza, depresión y desconfianza, o a la existencia de delirios y alucinaciones. 

Aunque las causas tras esta enfermedad aún se están investigando, actualmente se asocia al mal funcionamiento de las proteínas amiloide y tau que se encuentran en el cerebro. Cuando estas se agrupan alrededor de las neuronas producen un efecto tóxico, que interrumpe la conexión neuronal y destruye las células nerviosas. 

En el tratamiento para el Alzheimer es esencial que el paciente se mantenga activo, fomentando que lleve a cabo las actividades diarias por sí mismo y ofreciéndole apoyo únicamente cuando sea necesario. Además, existen ejercicios específicos que pueden ayudar a mejorar la autonomía y el bienestar del paciente. En nuestra web especializada Konexión Alzheimer compartimos, por ejemplo, ejercicios de estimulación cognitiva para las distintas fases de la enfermedad diseñados para entrenar las funciones de cognición y atenuar algunos de los síntomas de la enfermedad. También encontrarás pautas de ejercicio físico y muchos más consejos y materiales avalados por expertos para mejorar la calidad de vida del paciente de Alzheimer, sus familiares y cuidadores. 

 

La enfermedad de Parkinson 

Se estima que el 0,3% de la población mundial padece Parkinson, afectando principalmente a los hombres y a mayores de 60 años.  

Se trata de un trastorno que degrada progresivamente las células nerviosas y altera las funciones motoras. Los primeros síntomas se manifiestan como un pequeño temblor en una parte del cuerpo, generalmente en las manos. A medida que la enfermedad avanza, sin embargo, los temblores se extienden a los brazos, las piernas y la mandíbula. Estos suelen ir acompañados de rigidez muscular y movimientos lentos (bradicinesia), además de ocasionar problemas posturales y de equilibrio, cambios en el habla y la escritura y una pérdida de los movimientos inconscientes, como por ejemplo parpadear o mover los brazos al caminar.  

El Parkinson se asocia a la pérdida de las neuronas que producen dopamina, un neurotransmisor clave en el control de los movimientos. Aunque aún se está investigando al respecto, su desarrollo se vincula a aspectos como la predisposición genética y la exposición prolongada a toxinas ambientales, como pesticidas y metales pesados.  

En su tratamiento se recomienda incluir ejercicios aeróbicos y de fisioterapia en la vida del paciente, para mantener el equilibrio y el tono muscular.  

 

La esclerosis múltiple 

Según la Federación Internacional de Esclerosis Múltiple, en 2020 había 2,8 millones de personas con esta enfermedad en el mundo, con una edad promedio de 32 años y un 69% de casos detectados en mujeres. 

 

Este trastorno surge a partir del deterioro progresivo de las fibras nerviosas, y sus síntomas pueden variar en función de la zona donde se haya producido el daño. El síntoma principal es una sensación generalizada de fatiga y debilidad, acompañado de dificultad para caminar, falta de coordinación, vértigo, entumecimiento de un lado del cuerpo, habla arrastrada y problemas de visión. También puede derivar en dificultades para controlar la vejiga, concentrarse y tomar decisiones, así como en cambios drásticos en el estado de ánimo.  

Las causas tras la esclerosis múltiple aún se están investigando, pero se asocian a un sistema inmunitario que ataca la vaina de mielina. Esta cubierta protectora envuelve las neuronas y facilita la transmisión de los impulsos eléctricos entre las células por lo que, al dañarse, interrumpe la comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo. 

El tratamiento se basa en terapias físicas destinadas a mejorar la movilidad, el equilibrio y la coordinación, aunque deben combinarse con una serie de medicamentos específicos como los corticoides

 

Los trastornos del estado de ánimo 

Por último, existen otros trastornos del sistema nervioso central que se vinculan directamente con el estado de ánimo del paciente. El Sistema Nervioso Central desempeña un papel fundamental en la regulación de las emociones y el comportamiento, por lo que su mal funcionamiento también puede provocar alteraciones psicológicas. Algunas de las patologías más comunes son: 

  • El trastorno depresivo mayor. Caracterizado por una sensación intensa de tristeza y falta de interés o placer al realizar cualquier actividad. También produce cambios en el apetito y el sueño, una escasa energía y dificultad para concentrarse, que en los casos más graves puede ir acompañada de pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. 

  • El trastorno bipolar. Se caracteriza por cambios extremos en el estado de ánimo, que varía entre momentos de depresión y manía. Durante los primeros se experimentan síntomas similares a los del trastorno depresivo mayor, mientras que en los segundos se siente una energía descontrolada acompañada de comportamientos impulsivos y pensamientos acelerados. 

  • El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Caracterizado por pensamientos obsesivos y comportamientos compulsivos recurrentes, que son vistos por el paciente como el medio para sentirse seguro y liberar su ansiedad.  

Aunque cada paciente debe ser tratado de forma personalizada por un médico, a menudo se recomienda el tratamiento mediante psicoterapia. En algunos casos pueden recetarse antidepresivos, estabilizadores del estado de ánimo o ansiolíticos, aunque siempre deben complementarse con un estilo de vida saludable basado en una dieta equilibrada, la práctica de ejercicio físico y buenos hábitos de descanso.