Dolor de garganta: Causas, síntomas y tratamiento
24/01/2022¿Quién no ha tenido alguna vez un dolor de garganta? Es una sensación molesta que puede implicar dolor, carraspera o irritación e impedir digerir bien los alimentos. Es un síntoma muy habitual, que en ocasiones desaparece sin necesidad de tratamiento. Suele acompañarse, además, de garganta seca, tos o ganglios en el cuello. Si bien las causas son variadas, en el 95% de los casos se producen por virus y bacterias. Acostumbran a tener, además, una sintomatología similar.
Causas
Hay un gran número de causas por las que puede producirse un dolor de garganta. Hay que tener en cuenta, además, que el dolor de garganta puede ser una faringitis o una laringitis. En el primer caso, la inflamación se produce en la faringe, y, en el segundo, en la laringe. Las más frecuentes son por infecciones virales y bacterianas.
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Infecciones virales. Virus como el del resfriado común, la gripe, mononucleosis, sarampión, COVID-19 o similares, ocasionan de manera habitual dolores de garganta.
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Infecciones bacterianas. Son menos frecuentes, si bien pueden llegar a producir grandes dolores de garganta. Uno de los más comunes es el Streptococcus pyogenes, que causa amigdalitis estreptocócica.
Además, el dolor de garganta puede producirse por otras causas variadas.
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Alergias. Alergias como la que producen las mascotas, el moho, el polvo o el polen. Puede complicarse por culpa del goteo posnasal, que llega a irritar e inflamar la garganta.
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Sequedad. Los aires secos de los lugares cerrados, en especial si hay aires acondicionados, pueden producir que tu garganta esté irritada y áspera. También puede provocar sequedad y dolor el hecho de respirar por la boca.
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Irritantes. La contaminación del aire, fumar, beber alcohol, comer alimentos picantes, etc. Todo esto puede irritar la garganta y causar incluso un dolor crónico.
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Tensión muscular. Se produce al gritar demasiado o hablar durante largos periodos de tiempo sin parar.
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Enfermedad por reflujo gastroesofágico. Este trastorno del sistema digestivo conlleva que los ácidos estomacales se acumulan en el esófago. Puede causar también acidez estomacal, ronquera, regurgitación o sensación de tener un bulto en la garganta.
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Tumores. Pueden causar dolor de garganta algunos tumores cancerosos de garganta, lengua o laringe.
Síntomas
Aunque depende de cuál sea la causa del dolor de garganta, uno de los síntomas más comunes es la odinofagia, es decir, el dolor al tragar. Los síntomas pueden llegar a determinar las causas del dolor de garganta.
En caso de que tengas tos, congestión nasal, ronquera o conjuntivitis, lo más probable es que la causa sea una infección viral. Por otro lado, puedes tener fiebre, inflamación de las amígdalas o de los ganglios linfáticos e incluso sarpullido. En este caso, es posible que las molestias estén producidas por una bacteria, como las del tipo Estreptococos del grupo A.
Factores de riesgo
Si bien cualquier persona puede sufrir un dolor de garganta, hay ciertos factores que aumentan la vulnerabilidad.
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La edad. Los más propensos a tener dolor de garganta son los niños y adolescentes. Entre los 3 y los 15 años son los que más posibilidades tienen de padecer faringitis estreptocócica.
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Exposición al humo de tabaco. Tanto si eres fumador activo como si eres pasivo, el humo puede irritar la garganta. Además, aumenta el riesgo de cáncer de boca, garganta y laringe. Lo mismo sucede con la exposición a sustancias irritantes.
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Alergias. Es una de las posibles causas, y, por lo tanto, también uno de los factores de riesgo. Si sufres alergias estacionales o reacciones alérgicas habituales, serás más propenso a tener dolores de garganta.
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Infecciones crónicas en los senos paranasales. En caso de que suelas tener secreción de la nariz, puede llevarte a irritar la garganta o que se propague una infección.
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Inmunidad debilitada. Las personas que tienen una resistencia más baja son, en general, más propensas a las infecciones. El VIH, la diabetes, los tratamientos con esteroides, el estrés o la fatiga son algunas de las causas más frecuentes.
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Lugares cerrados. En los lugares cerrados en los que se reúne la gente es más fácil que se propaguen las infecciones virales y bacterianas.
Lavarte las manos con frecuencia, toser y estornudar en el brazo en vez de la mano, evitar compartir vasos o cubiertos… Son algunas de las medidas preventivas básicas para evitar los microbios que causan el dolor de garganta. Además, debes evitar tener contacto estrecho con personas que presenten síntomas.
Tratamiento
Lo primero que debes hacer para tratar un dolor de garganta es consultar a un profesional sanitario. Mediante un examen físico podrá determinar qué te produce esa irritación de garganta con el fin de recetarte el tratamiento adecuado.
En caso de que el dolor lo produzca una infección bacteriana, lo más probable es que te recete antibióticos. Ten en cuenta que nunca debes utilizarlos sin prescripción médica, ya que un mal uso de los mismos puede producir efectos secundarios.
Si el dolor está producido por un virus, de hecho, no servirán de nada los antibióticos. Son síntomas que no suelen durar más de una semana y el médico te recetará algún antiinflamatorio o analgésico para el dolor y el malestar. Entre ellos se encuentran algunos como el paracetamol, el ibuprofeno o el naproxeno.
Con el fin de reducir el dolor y las molestias, también puedes chupar caramelos o pastillas masticables a base de limón o miel. Hacer gárgaras con colutorios o usar antisépticos bucales también puede ayudar con infecciones leves. No olvides, además, tomar abundante agua para mantener la garganta hidratada. También es importante evitar las bebidas frías, hablar demasiado o fumar.