Asma y EPOC, cómo diferenciarlos
18/03/2019El asma y la EPOC son las dos afecciones de las vías respiratorias más comunes y, al tener algunos síntomas similares, se las suele confundir entre ellas. De hecho, incluso, una misma persona puede padecer ambas. Lo importante es diagnosticarlas correctamente para tratarlas de manera adecuada.
¿Qué es el asma?
Es una enfermedad crónica producida por una inflamación en los bronquios que genera una estrechez, impidiendo que el aire entre con normalidad en los pulmones. Hay diversos factores que pueden causar asma, como la exposición a alérgenos (polvo, hongos, pelo de animales o polen), agentes infecciosos o ciertas sustancias del medio ambiente. De acuerdo con el Estudio Europeo de Salud Respiratoria, el 5% de los adultos españoles padece asma, es decir, unos 2,5 millones de personas, y dos de cada tres asmáticos son mujeres. En España, su prevalencia ha aumentado en los últimos años, probablemente por el crecimiento industrial. Esta enfermedad también puede afectar a niños, y un dato relevante es que alrededor del 50% de las personas con asma no están diagnosticadas.
¿Qué es la EPOC?
Es una enfermedad respiratoria crónica producida por la inhalación de una sustancia tóxica, generalmente el tabaco. Se genera una obstrucción al flujo aéreo y una dificultad para vaciar el aire de los pulmones, lo que provoca un daño que hace que las paredes de los alveolos se destruyan, los bronquios se engrosen y los pulmones fabriquen más moco de lo normal, taponando así las vías respiratorias. Hay varios factores que intervienen en la aparición de la EPOC: fumar y respirar humo de tabaco durante un largo período de tiempo. El 80% de los pacientes con EPOC han sido fumadores y uno de cada 4 fumadores tiene EPOC. Actualmente, hay unos 2,9 millones de enfermos según el estudio internacional Global Burden of Disease, pero la mayor parte de ellos no recibe tratamiento ya que no han sido diagnosticados.
Diferencias y similitudes entre asma y EPOC
Consejos a tener en cuenta
Asma
- Autocontrol y autocuidado: lo mejor que puedes hacer es conocer la enfermedad, los desencadenantes y saber cómo debes actuar para controlarla. Toma medidas higiénico-dietéticas, como tomar todos los días el tratamiento, mantener limpio tu hogar, evitar mascotas si eres alérgico a ellas, entre otras.
- Evita todo lo que sepas que empeora tu asma: los fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINES), tabaco, polvo, mascotas, etc.
- Consulta al médico si detectas un mal control del asma y pídele que te haga un plan por escrito para que puedas actuar rápidamente cuando tu asma empieza a dar molestias.
- Controla la respiración utilizando esencialmente el diafragma: toma aire por la nariz de forma lenta y expulsa suavemente el aire por la boca juntando los labios.
- Realiza esta respiración cuando sientas ahogo, aparezcan pitidos o te sientas cansado, te ayudará a recuperarte.
EPOC
Para prevenir la EPOC, lo mejor que puedes hacer es no fumar nunca o dejar el tabaco si eres fumador. A diferencia de otras enfermedades, la EPOC tiene una causa clara que es el tabaco. Incluso estar expuesto al humo podría provocar EPOC.
La EPOC es una enfermedad que no tiene cura pero que se puede tratar. Puedes controlar los síntomas para mejorar tu calidad de vida. Para ello, hay que tener en cuenta:
- Dejar de fumar y no exponerse al humo del tabaco.
- Tomar la medicación indicada.
- Probar con terapias como la oxigenoterapia o los programas de rehabilitación pulmonar.
- Hacer ejercicio moderado, siempre con el control de tu médico.
- Organizar tu tiempo. Hacer las tareas cotidianas que requieren más esfuerzo en los momentos del día que te encuentres con más energía. Descansar cuando lo creas necesario.
- No hacer esfuerzos innecesarios.
- Mantener una buena postura, evitando agacharte.
- Baño y ducha. Debes cuidar la higiene personal aunque esta actividad pueda generar ahogo. Puedes colocar un taburete dentro de la bañera y lavarte sentado.