Bruxismo, un problema común poco tratado
05/21/2020El bruxismo es un trastorno por el que una persona rechina o aprieta sus dientes entre sí. Todos en algún momento del día lo hacemos, pero cuando esto se convierte en un hábito ya se transforma en un problema para tus dientes y tu salud.
Es más común que el bruxismo aparezca por las noches, cuando estamos dormidos (bruxismo del sueño o nocturno) y se da de manera involuntaria, aunque también puede suceder cuando estamos despiertos (bruxismo de vigilia) y de manera inconsciente, aunque es menos común.
Específicamente el movimiento se caracteriza por el rechinamiento o desplazamiento de la mandíbula hacia los lados automáticamente y de manera rítmica y sostenida. En la mayoría de los casos, al ocurrir de noche, muchos de los afectados no se dan cuenta de que lo padecen.
Habitualmente, afecta a entre un 10 y 20 por ciento de la población, pero en España, un estudio del hospital Ruber Dental de Madrid concluyó que el 70% de los españoles padece bruxismo. Este mal afecta sobre todo a las personas entre los 25 y 40 años, aunque entre el 20 y el 30 por ciento de los niños en España también lo sufren.
Causas del bruxismo
No están muy claras las causas de este mal y posiblemente no sea una sola, sino un conjunto. La mayoría de los expertos suelen hablar de factores de riesgo que lo causan:
- Ansiedad
- Estrés
- Alimentación poco saludable
- Hábitos del sueño
- Postura para dormir
- Alineación inadecuada de los dientes
- Efecto secundario de algunos medicamentos
- Antecedentes familiares
- Padecer Parkinson, demencia, epilepsia, trastorno de reflujo gastroesofágico, apnea del sueño o trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH)
¿Cómo saber si tengo bruxismo?
Si bien el bruxismo no es un trastorno peligroso, si no se trata puede causar problemas en la articulación temporomandibular. Esta afección no solo perjudica a la dentadura, sino que la presión excesiva genera dolor en los músculos, los tejidos y la estructura mandibular.
Los signos que pueden evidenciar el bruxismo son:
- Esmalte dental desgastado.
- Dolor y sensibilidad dental.
- Músculos de la mandíbula cansados o rígidos.
- Mandíbula trabada (no se la puede ni cerrar ni abrir completamente).
- Dolor muscular en la zona mandibular.
- Dolor de cabeza (que comienza en las sienes).
- Heridas por morder la parte interna de la mejilla.
- Pequeñas heridas en la base de los dientes.
- Alteración del sueño.
En ocasiones, este trastorno no genera síntomas evidentes y solo un odontólogo puede diagnosticarlo al ver erosión en los dientes, por ejemplo. El profesional podría solicitar ortopantomografía (radiografía panorámica que incluye maxilares, mandíbula y dientes) para chequear si hay daño en la zona.
Otra señal que también puede alertarte de que quizá padezcas bruxismo es que tu pareja note, en algún momento de la noche, que haces ruidos con los dientes.
Tratamiento
Una vez confirmado el diagnóstico, hay algunos tratamientos posibles:
- Férula de descarga: se trata de un protector bucal, hecho a la medida de cada mandíbula, que evitar el daño que se genera al apretar los dientes entre sí e impide el rechinamiento.
- Corrección dental: en casos graves, que se da cuando el desgaste ha provocado sensibilidad o problemas para masticar, el dentista arregla las superficies de masticación o coloca coronas para reparar el daño en los dientes más afectados.
- Cirugía dental.
- Terapia para reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño.
¿Se puede prevenir?
Es difícil realizar acciones preventivas, ya que en la mayoría de las ocasiones no se conocen las causas. Pero algunas acciones pueden ayudarte:
- Evita el estrés, y si no puedes, entonces lo mejor es hacer una terapia.
- Realiza ejercicios de relajación que ayuden a reducir el estrés.
- Masajea la zona afectada.
- Duerme al menos ocho horas.
- Bebe mucha agua.
- Evita los alimentos duros y los dulces.
- Pregúntale a tu odontólogo si necesitas ortodoncia para alinear los dientes.