La alimentación saludable, factor clave en la prevención de la hipertensión
17/05/2016Las enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión, son actualmente la principal causa de muerte en todo el mundo, responsables del 30% de los fallecimientos, según la Organización Mundial de la Salud. En el Día Mundial de la Hipertensión queremos conocer en profundidad cuáles son las causas y el tratamiento de esta patología crónica.
La Fundación Española del Corazón define la hipertensión como la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida. ¿Pero qué es exactamente la presión arterial? Pues bien, se trata de la fuerza que hace el corazón al contraerse para bombear la sangre a las arterias que después la repartirán por todo nuestro cuerpo.
El corazón, al igual que los demás músculos, aumenta su masa muscular cuando se ve sometido a un trabajo continuo. El corazón de los hipertensos hace un esfuerzo mayor para bombear la sangre y esto deriva en un aumento de la masa muscular, también conocido como hipertrofia ventricular izquierda.
Al contrario de lo que se pudiera llegar a pensar, este aumento de masa muscular, no se traduce en un incremento del riego sanguíneo, sino que hace que el corazón se vuelva más irritable, aumente el riesgo de padecer arritmias y se puedan producir graves problemas coronarios.
¿Qué es la hipertensión?
La hipertensión es una enfermedad crónica que no sólo afecta directamente a nuestro corazón, sino que también provoca que se acumule colesterol en las arterias, que se endurecen a medida que soportan de forma continua la alta presión arterial y se hacen más gruesas pudiendo derivar en una obstrucción del flujo sanguíneo. Este fenómeno se conoce con el nombre de arterioesclerosis.
Existen muchos factores que pueden afectar a la presión arterial, entre ellos destacan: la edad, los antecedentes familiares, el tabaco y los hábitos alimenticios. Aunque hoy en día las enfermedades cardiovasculares afectan a un gran número de pacientes en España, la hipertensión es una patología tratable y, si se siguen las recomendaciones de los médicos y profesionales de la salud se pueden controlar sus síntomas y mejorar en calidad de vida.
¿Cómo prevenir la hipertensión?
La mejor forma de prevenir la hipertensión es seguir un estilo de vida cardiosaludable. Esto implica:
- Practicar ejercicio de forma regular
- Mantener un peso corporal adecuado
- No fumar
- Controlar de forma periódica los niveles de colesterol, glucosa y tensión arterial y, por último y más importante,
- Llevar una alimentación variada y equilibrada con un contenido reducido en sal
El papel de la alimentación en la prevención de la hipertensión
Sin embargo, el ritmo de vida de la sociedad actual conlleva una serie de cambios en los hábitos alimenticios, desfavoreciendo la alimentación sana y equilibrada y contribuyendo a aumentar el riesgo de padecer determinadas enfermedades, como la hipertensión. Para suplir estas carencias nutricionales, cada vez es más común la necesidad de incluir en nuestra dieta alimentos enriquecidos en determinados ingredientes, que favorecen un óptimo estado de salud. La alimentación juega un papel predominante en la prevención de las enfermedades cardiovasculares y el consumo de ácidos grasos Omega-3, deficitarios en la dieta actual, ha demostrado científicamente disminuir el riesgo cardiovascular.
Principalmente, encontramos el Omega-3 en pescados de agua fría -el salmón, el atún, la caballa o el esturión-, en vegetales de hoja verde, en las nueces y en aceites vegetales, como los de linaza y canola. Para garantizar el aporte necesario de ácidos grasos esenciales se recomienda el consumo de pescado, preferentemente, azul al menos dos veces por semana.
Además, diferentes ensayos clínicos han demostrado que los suplementos de ácidos grasos Omega-3 pueden reducir los eventos cardíacos, producir una reducción en el avance de la arteriosclerosis y alargar la vida de los enfermos cardiovasculares. Algunos de los beneficios de los ácidos Omega-3 son:
- Reducción de los triglicéridos y del colesterol total.
- Prevención de la muerte súbita.
- Efecto protector sobre el infarto de miocardio y la muerte en pacientes que ya han sufrido un primer evento con anterioridad.
- Efecto beneficioso para pacientes con insuficiencia cardíaca en términos de mortalidad e ingresos hospitalarios por causas cardiovasculares.
- Reducción del riesgo cardiovascular en personas con diabetes.
- Reducción de la tensión arterial.
Si tienes la tensión alta, este menú semanal cardiosaludable elaborado por la Sociedad Española de Cardiología y la Fundación Española del Corazón te ayudará a controlar la hipertensión.