5 consejos para una vuelta a la rutina saludable
09/04/2023Cuando terminan las vacaciones de verano, volver a la rutina suele ser todo un reto. La percepción del trabajo como algo negativo, la necesidad de recuperar los buenos hábitos y la transición hacia los meses más fríos hacen más cuesta arriba el regreso a la oficina.
La rutina laboral, además, es una de las principales causas de estrés. Según el Gallup’s Global Emotions Report, dicha patología afecta a más del 40% de la población mundial, por lo que los periodos de vacaciones y descanso son esenciales para el cuidado de la salud física y mental.
¿Sabías que las vacaciones incluso refuerzan la creatividad, la concentración y la capacidad de tomar decisiones? Cuando nos liberamos de todo aquello que nos preocupa, nuestro cerebro también se relaja, facilitando la exploración de diferentes perspectivas y la conexión de nuevas ideas.
Con el objetivo de hacer la vuelta al trabajo más llevadera, en este artículo compartimos varios consejos para enfrentarse al síndrome posvacacional.
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Valora lo positivo
Tener una actitud positiva y un buen diálogo interno ejerce un gran poder sobre la manera en que experimentamos la vida. Por ese motivo es importante pensar que el regreso al trabajo tiene aspectos positivos, como volver a ver a los compañeros, salir a tomar un café o a comer con ellos y retomar tu desarrollo personal y profesional. También ofrece la posibilidad de seguir aprendiendo, a la vez que te impulsa a marcar nuevas metas. ¡Tú decides cómo aprovechar cada jornada al máximo!
La vuelta al trabajo, además, no tiene por qué significar el fin de las actividades de ocio. Destinar un tiempo a los hobbies y a mantener las relaciones sociales después de las vacaciones mejora el bienestar y el estado de ánimo, por lo que es una parte importante de nuestra vida y no debe descuidarse.
Si aun así necesitas un empujón extra para mejorar tus niveles de energía, también puedes recurrir a productos como Revidox ADN. Este complemento alimenticio ayuda al funcionamiento normal del sistema inmune gracias a la vitamina C, el selenio y el zinc; además de contribuir a reducir el cansancio y la fatiga gracias a la vitamina C y B2. Solamente es necesaria 1 cápsula al día, preferiblemente por las mañanas para ayudar a disfrutar de una mayor vitalidad.
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Cuida la alimentación
Las vacaciones de verano pueden provocar grandes cambios en la alimentación. Tendemos a comer fuera y a destiempo, en mayores cantidades e incrementamos el consumo de alcohol. Estos comportamientos forman parte de un merecido descanso y favorecen el bienestar mental, pero deben entenderse como excepciones dentro de una alimentación equilibrada.
Para una mejor vuelta al trabajo, evita los alimentos bajos en vitaminas y minerales y apuesta por aquellos que te cargan de energía. Opta por productos frescos y naturales como frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables, que te aportarán los nutrientes esenciales para mantener tu cuerpo y mente en óptimas condiciones. También es importante beber suficiente agua y limitar el consumo de cafeína y alcohol.
Otros trucos son realizar un detox digestivo, un método que facilita la depuración del organismo y la eliminación de toxinas, o convertir la planificación de tus comidas en una actividad amena. Investiga y prueba recetas nuevas, crea un menú semanal variado o incluye noches temáticas con comida mexicana, italiana, japonesa… Cocinar en compañía o poner música de fondo también facilitará que retomes el hábito de preparar platos sanos y caseros.
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¡Vuelve a moverte!
Las vacaciones de verano también son para muchos un momento de baja actividad física. Hacer deporte de forma regular aporta numerosos beneficios tanto para la salud física como mental, y los expertos recomiendan realizar un mínimo de 150 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana.
Tanto si es la primera vez que haces deporte como si lo retomas tras el parón vacacional, la clave está en empezar poco a poco. Intentar levantar el mismo peso o correr la misma distancia que dos meses atrás te costará y puede provocar lesiones, por lo que se aconseja realizar sesiones de baja intensidad que prioricen el calentamiento y los estiramientos.
Planificar varias sesiones por semana y entrenar con amigos o familiares te ayudará a mantener el compromiso a largo plazo. No es necesario dedicar tres horas diarias al deporte ni prepararse para una maratón: basta con salir a caminar un rato, ir en bicicleta o practicar actividades como el yoga y el pilates. Hoy en día incluso existen numerosas opciones (como aplicaciones y vídeos online) para ejercitarte en casa, sin apenas equipamiento y sin necesidad de desplazarte hasta un gimnasio.
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Recupera la rutina del sueño
Durante las vacaciones muchas personas adoptan horarios más flexibles, lo que las lleva a acostarse y levantarse más tarde de lo habitual. Pero al retomar la rutina y depender del despertador es importante ajustar los hábitos de sueño, con el fin de asegurarnos un descanso suficiente y de calidad.
El ser humano necesita entre 7 y 8 horas de sueño diario para rendir bien al día siguiente. Si crees que te costará volver a madrugar, empieza a adaptar tus horarios unos días antes de terminar las vacaciones, variando progresivamente la hora de acostarte y levantarte. Evita las cenas pesadas y el uso de pantallas por la noche, sustituyéndolas por otras actividades relajantes como leer, meditar o darte un baño caliente.
Por otra parte, el ambiente y las condiciones del dormitorio son aspectos decisivos a la hora de asegurar un buen descanso. Dormir en habitaciones con temperaturas inferiores a los 18ºC o superiores a los 21ºC puede repercutir sobre la calidad del sueño, y lo mismo sucede en un entorno con luz o ruido.
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Planifica las tareas
Puede que al volver al trabajo encuentres un gran listado de tareas pendientes o acumuladas en tu ausencia. La mejor forma de enfrentarse a ello está en planificar cómo resolverlas a lo largo de los próximos días o semanas, evitando así la sensación de que todas deben quedar resueltas de inmediato.
Se recomienda tomar descansos frecuentes de 5 o 10 minutos a lo largo de la jornada, que puedes utilizar para levantarte, estirar y caminar. Revisa poco a poco la bandeja de entrada y establece metas y prioridades. Dividir las tareas grandes en partes más pequeñas te ayudará a lograr una sensación de avance y control, además te permitirá fijar fechas de entrega razonables.
Finalmente, también es buena idea recurrir a herramientas de organización como agendas, calendarios o aplicaciones de gestión del tiempo. Estos recursos reducen la cantidad de cosas que necesitas recordar, aportan una visión global de todos los detalles pendientes y pueden mejorar la productividad.
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