Salmonelosis: la intoxicación temida del verano
23/07/2020El verano no solo trae más sol, más calor y más horas de luz, sino que también es una época propensa para la aparición de una de las enfermedades más comunes de esta estación: la salmonelosis.
Causada por la bacteria Salmonella sp., es una infección de transmisión alimentaria que ataca al sistema gastrointestinal. Esta bacteria generalmente vive en los intestinos de animales y humanos, y se libera mediante las heces. La salmonelosis se manifiesta cuando consumes agua o alimentos contaminados con estos microorganismos.
El clima cálido, sumado a los alimentos mal refrigerados, crean un caldo de cultivo para la multiplicación de la salmonella, que puede sobrevivir durante varias semanas en un ambiente seco y varios meses en agua.
En 2018, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) anunciaron que casi uno de cada tres brotes transmitidos por alimentos en el continente fue causado por salmonella.
De los 5.146 brotes de salmonelosis, que afectaron a 48.365 personas, unos 229 ocurrieron en España (26,5 casos por 100.000 habitantes, 6 puntos por encima de la media de la UE), que se situó en tercer lugar de afectados, detrás de Eslovaquia y Polonia.
En la Unión Europea, la salmonelosis fue la segunda infección gastrointestinal más común detrás de la campilobacteriosis.
Un brote de enfermedad transmitida por alimentos es un incidente durante el cual al menos dos personas contraen la misma enfermedad de la misma comida o bebida contaminadas.
¿Qué ocurre cuando una persona padece salmonelosis?
En general, las personas infectadas por salmonella no tienen síntomas o estos son leves y los pacientes se recuperan sin tratamiento específico. Si aparecen, comienzan a manifestarse entre 6 y 72 horas (más común de 12 a 36 horas) después de la intoxicación con la bacteria, y la enfermedad dura entre 2 y 7 días.
Sin embargo, en algunos casos, particularmente en niños pequeños y en ancianos, la deshidratación causada por la enfermedad puede ser grave y poner en peligro la vida.
Se caracteriza por los siguientes síntomas:
- Aparición repentina de fiebre
- Dolor de cabeza
- Dolor abdominal
- Diarrea (algunas veces sanguinolenta)
- Náuseas y vómitos
En la mayoría de los casos, la salmonella causa una gastroenteritis, pero en algunos casos, cuando la infección está causada por la bacteria Salmonella typhi provocará fiebre tifoidea, que se caracteriza por fiebre muy elevada (más de 38 ºC) y fuerte dolor abdominal. En este último caso, deberías asistir cuanto antes al médico o a urgencias.
Fuentes y transmisión
Las salmonelas están muy presentes en animales domésticos y salvajes. Son prevalentes en animales comestibles como las aves de corral, los porcinos y vacunos, y también en mascotas, como gatos, perros, pájaros y reptiles como las tortugas.
La mayoría de las personas se contagia de salmonella por ingerir alimentos o agua contaminados con heces (principalmente huevos, carne, aves de corral y leche). El típico contagio ocurre simplemente por no lavarse las manos (o hacerlo de manera defectuosa) después de ir al baño, de cambiar pañales o de tocar a una mascota y luego manipular un alimento (que será consumido más tarde) o llevarse los dedos a la boca, por ejemplo.
Entre los alimentos que mayor riesgo de estar contaminado con salmonella se encuentran:
- Carne cruda de res, de ave y de pescado. Las heces se pueden introducir en la carne cruda de res y de ave durante el proceso de matanza. Los mariscos y los pescados pueden estar contaminados si se obtienen de agua contaminada.
- Huevos crudos. Tener cuidado al manipularlos y al hacer preparaciones caseras como mayonesas.
- Frutas y vegetales. Son un riesgo si fueron lavados con agua contaminada con salmonela.
- Contaminación cruzada. Evita que los jugos de carnes crudas entren en contacto con alimentos sin cocinar como vegetales.
Complicaciones
Los niños menores de un año, las personas de edad avanzada y aquellas de toman medicamentos que inhiben la producción de ácido estomacal podrían ser más susceptibles a una intoxicación.
Por otro lado, existe la posibilidad de que la bacteria se disemine por el torrente sanguíneo generando una infección más grave (bacteriemia), lo que podría derivar en meningitis, endocarditis, osteomielitis, y artritis reactiva, entre otras complicaciones.
Tratamiento y prevención
La salmonelosis no tiene un tratamiento definido, sino que hay que atacar los síntomas. Como genera deshidratación, lo ideal es tomar mucho líquido y controlar la diarrea con medicamentos que alivian los cólicos.
También se pueden tomar antibióticos, pero en los casos más severos.
Lo que sí puedes hacer son acciones preventivas para evitar contagiarte:
- Lávate las manos. Antes de tocar alimentos, después de ir al baño, de acariciar a una mascota, cuando llegues a tu casa… Hazlo con dedicación, con agua y jabón para evitar contaminar alimentos que prepares o bien evitar contagiarte si te tocas la boca o la nariz.
- Cuidado al cocinar. Evita la contaminación cruzada: las carnes crudas nunca deben tocarse con otros alimentos. Guárdalos en el refrigerador de manera independiente. Usa tablas de cocinar diferentes para carnes y para vegetales.
- Evita comer huevo crudo. Cocinarlos hasta que la yema esté cuajada.
- Lava frutas y verduras con agua segura, antes de comerlas