¿Por qué debemos vacunarnos?
07/05/2020Las vacunas salvan millones de vidas cada año. Constituyen una de las más seguras y efectivas intervenciones en salud pública y brindan beneficios sobre el control y la prevención de multitud de enfermedades. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las vacunas nos protegen de 26 enfermedades y salvan casi 3 millones de vidas al año; e incluso asegura que, si se aumentaran las tasas mundiales de inmunización, podrían salvarse 1,5 millones de personas más al año. Cada año 116 millones de niños reciben las vacunas básicas, frente a 19,4 millones que no las reciben.
En España, según el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, la cobertura vacunal es ideal, con una tasa de vacunación de los bebés en el primer año de vida por encima del 97 por ciento.
¿Qué son las vacunas?
Las vacunas son productos biológicos cuyo objetivo es generar inmunidad contra una enfermedad, estimulando la producción de anticuerpos. Hay dos tipos que se definen por sus componentes: microorganismos vivos atenuados o inactivados.
Vacunas vivas atenuadas
Entre este tipo de vacunas, las más conocidas son las vacunas de la fiebre tifoidea, fiebre amarilla, gripe, varicela y tuberculosis, entre otras. Este tipo de vacunas derivan del virus o bacteria, causante de la enfermedad, modificados en laboratorio para que pierdan la patogenicidad, pero conserven su inmunogenicidad (mantienen la capacidad de replicación e inducen inmunidad). Cuanto más se parece el microorganismo de la vacuna al causante de la enfermedad natural, mejor es la respuesta inmune que inducirá. Suelen ser de única dosis y poseen una inmunidad muy duradera.
Vacunas inactivas
Entre las vacunas inactivas se encuentran las del cólera, hepatitis A, meningococo, rabia y tétanos. Pueden contener virus o bacterias enteros o fraccionados. En general inducen una inmunización menos intensa y duradera que las atenuadas, necesitando con frecuencia añadir un adyuvante. Es necesario administrar varias dosis ya que la primera no produce inmunidad protectora pero prepara al sistema inmune, apareciendo la protección después de la segunda o tercera dosis. Los títulos de anticuerpos producidos decaen con el tiempo y, como consecuencia, pueden ser necesarias dosis periódicas de refuerzo.
La principal ventaja es su seguridad. No pueden replicarse en nuestro organismo y, por tanto, causar enfermedad, ni siquiera en personas inmunocomprometidas.
¿Cómo funcionan las vacunas?
Básicamente, la función de las vacunas es “engañar” al organismo, específicamente al sistema inmunológico, simulando el ataque de un agente infeccioso y obligándole a defenderse. El microorganismo inoculado con la vacuna está muerto o muy debilitado (atenuado), por lo que no reviste ningún peligro para la persona que la recibe; pero es suficiente para que su sistema inmune reaccione generando anticuerpos contra él. Así se va adquiriendo una memoria inmunitaria que le permitirá reconocer ese microorganismo cuando se le presente de manera natural y eliminarlo.
¿Por qué debemos vacunarnos?
La vacunación no es únicamente beneficiosa para uno mismo, sino también para los demás. Todos necesitamos vacunas. Se recomiendan en todos los grupos de población: bebés, niños, adolescentes y adultos. De hecho, la vacunación es más efectiva cuando es masiva.
La vacunación es esencial para prevenir la propagación de enfermedades y es de vital importancia para las poblaciones en riesgo, como los niños pequeños y los adultos mayores.
¿Qué son los calendarios de vacunación?
Las vacunas se administran sobre la base de una indicación médica o bien siguiendo las pautas de los calendarios vacunales. Un calendario vacunal es la secuencia cronológica en la que se establece la administración de las vacunas sistemáticas en un país o región, con el objetivo de garantizar una inmunización adecuada de su población frente a diversas enfermedades. Suelen estar enfocados a la población infantil, la más vulnerable.
Por otra parte, hay recomendaciones de vacunación que se establecen en función de la disponibilidad y las características de los productos inmunobiológicos, la epidemiología de las enfermedades susceptibles de vacunación, entre otros factores.
Incluye: hepatitis B, difteria, tétanos, tosferina, polio, Haemophilus influenzae tipo B, meningococo C, neumococo, sarampión, rubeola y paperas, varicela y el virus del papiloma humano (para niñas).
Por ejemplo, para los adultos, los expertos recomiendan las siguientes vacunas:
- Neumococo
- Tétanos
- Difteria
- Gripe
- Virus del papiloma humano
- Herpes zóster
- Tos ferina
¿Son seguras las vacunas?
Las vacunas son unos medicamentos seguros, pues para su autorización han debido realizarse muchos estudios y controles, principalmente porque están destinadas mayoritariamente a personas sanas.