Actividades para la vida moderna
26/11/2021Madrugones, prisas, sedentarismo, coche, ordenador, comida rápida... Parece que hoy en día todo funciona más rápido de lo que nos gustaría, pero no nos queda más remedio que adaptarnos de la mejor forma posible a este ritmo diario. Para ello, es conveniente plantearnos unas pautas que nos permitan mantener esta actividad, algunas veces frenética, y hacerla compatible con unos hábitos de vida saludables.
Nos gustaría ayudarte a llevar una vida más tranquila, pero como no depende de nosotros, vamos a intentar por lo menos darte algunos ejercicios, tanto físicos como mentales, para hacer el día a día más llevadero y para ayudarte a desconectar un poco del trabajo y de la rutina.
Actividades para combatir el sedentarismo y el estrés
A continuación, te mostramos algunas actividades para combatir el sedentarismo y el estrés:
- El primero y más importante: busca un deporte que te guste y practícalo con frecuencia; y si es con amigos, mejor que mejor. Se recomiendan 150 minutos de actividad moderada o 75 de actividad vigorosa a la semana. Debes dedicar también algún tiempo a trabajar la flexibilidad. El deporte frecuente mejora la agilidad y el bienestar mental, reduce el estrés, ayuda a controlar el peso y disminuye la posibilidad de sufrir enfermedades como diabetes, hipertensión, enfermedades cardíacas, etc.
- Levántate con algo más de tiempo por las mañanas, estírate, date una ducha y tómate unos minutos para desayunar.
- Muévete siempre que puedas. Si puedes ir andando o en bicicleta al trabajo, hazlo. Sube escaleras en vez de usar el ascensor. Evita el coche en los trayectos cortos siempre que puedas.
- Si trabajas sentado delante de un ordenador, ten en cuenta que hay factores que afectan directamente a tu salud, como la postura, el correcto equipamiento y mobiliario, los tiempos de descanso (tanto físico como visual), la iluminación, etc. Consulta los consejos de la UNED para trabajar correctamente con pantallas, o bien sigue las recomendaciones del área de prevención de tu empresa.
- Cuando puedas, échate una siesta para recuperar energías. Pero recuerda que no debe durar más de 20 ó 30 minutos, para evitar luego problemas de insomnio.
Si practicas estas actividades y consigues mantenerlas en el tiempo, la mejoría será evidente. Si combinas esas actividades con cambios positivos en tu forma de pensar y de ver las cosas, será aún mejor:
- Sé siempre positivo. En casa, en tu trabajo, con los amigos… Al principio puede resultar complicado, pero se trata de un hábito que puedes y debes llegar a adquirir. Cuesta mucho menos de lo que piensas y los beneficios son innumerables.
- Haz planes mentales y disfrútalos, tanto como cuando los estás haciendo realmente.
- Aprende a meditar o utiliza alguna técnica de relajación, como yoga o taichí. También te puede servir un buen paseo por el parque o la playa, y sentarte a leer ese libro que tanto te gusta.
- Sal con los amigos o compañeros de trabajo y disfruta de una buena conversación.
- Ya en casa, ponte ropa cómoda y cumple con tus obligaciones, pero siempre guárdate un tiempo para ti: juega con tus hijos, habla con tu pareja, lee, escucha música, haz manualidades, cocina o ponte el último capítulo de tu serie favorita. Cualquier plan es bueno para darle un merecido descanso a tu mente.
- Un sueño reparador es la mejor preparación para el día siguiente. Prepárate una cena ligera, cumple con las rutinas previas a irte a la cama —como cepillarte los dientes, leer un poco y apagar las luces—, quítale el sonido al móvil y duerme las horas que necesites.
Por último, te sugerimos que no vivas solo pensando en el fin de semana y que disfrutes de todos y cada uno de los días de la semana. ¡Feliz día a día!